NEUROSCIENCE MUSIC AND NEURONAL DEVELOPMENT
NEUROSCIENCE MUSIC AND NEURONAL DEVELOPMENT


Tal y como podemos ver aquí en la Brain Support, cada vez estamos más cerca, gracias a la tecnología, de entender cómo funciona el cerebro  y cómo diferentes estímulos del medio que nos rodea influencian nuestras actitudes y estados cognitivos.
El procesamiento musical es uno de esos estímulos que influye directamente en diversos estados de nuestra consciencia, desde estados emocionales, hasta los estados más racionales, activando nuestra consciencia autorreflexiva, por ejemplo.

                                            

NEUROCIENCIA Y MÚSICA, UNA RELACIÓN MUY ESTRECHA.

Las vibraciones sonoras que “sentimos” gracias a su propagación por moléculas de aire, provocan excitaciones en nuestras células receptoras ciliadas del oído interno y llegan hasta nuestro tronco cerebral, importante estructura para la ejecución de tareas básicas como controlar la frecuencia cardíaca o la respiración, entre otras. Estas vibraciones, cuando entran en diferentes armonías, a lo que llamamos música, son capaces de activar y movilizar diversas regiones cerebrales, tanto las más desarrolladas filogenéticamente hablando (neocórtex), como las áreas más primitivas (el cerebro reptiliano), ya que la tonalidad, el ritmo o la letra son elementos interpretados por distintas áreas del cerebro.

Así como ya habréis escuchado o leído alguna vez, cada hemisferio es más o menos responsable por diferentes tareas cognitivas, el hemisferio derecho sería responsable por las habilidades más creativas, “intuitivas” o artísticas, y el hemisferio izquierdo sería responsable por las funciones más racionales o lógicas, lo que confirma el cerebro musical descrito por Mauro Muszkat, médico e investigador, donde hay una diferenciación hemisférica para procesar la música, o sea, el hemisferio derecho sería predominante para discriminar el contorno melódico (el contenido emocional de la música) y el hemisferio izquierdo sería más responsable por la métrica y el ritmo (la sintaxis o la parte más “lógica” de la armonía).

 


En la antigua grecia, la música era estudiada como una ciencia, donde eran abordadas desde cuestiones acústicas hasta matemáticas. En la edad media, la música, junto con la aritmética, la geometría y la astronomía componía el Quadrivium, uno de los dos grupos de las siete artes liberales, donde el Trivium componía las tres disciplinas restantes, la gramática, la retórica y la lógica, siendo estas las ramas principales del conocimiento que eran impartidas en las escuelas de la época. Pero, ¿será que la mùsica es entonces un importante pilar para la educación? 
Pues si, diferentes circuitos neuronales son activados gracias a la música, ya que la percepción y el aprendizaje musical requiere y recruta diferentes regiones cerebrales, aumentando las sinapsis entre ellas.

Todvía podemos observar diversos estudios por todo el mundo como Harvard o Oxford, con ayuda de neuroimagen, que también afirman que la música tiene capacidad de aumentar la neuroplasticidad cerebral.




PERO ENTONCES, ¿COMO INFLUENCIA LA MÚSICA EN NUESTRO DESARROLLO?

Así como la alimentación, la música es crucial en nuestro periodo de desarrollo cerebral desde los primordios de nuestros días, en los primeros años de vida, especialmente hasta los tres años de edad. La música ayuda en el desarrollo de la coordinación, equilibrio, atención y sensibilidad, además de auxiliar en el aprendizaje de las matemáticas y el lenguaje, así lo afirman diferentes investigadores como Rausher en su publicación en la revista Nature, o Gardner, el psicólogo que desarrolló la teoría de las inteligencias múltiples. De la misma manera, Campbell (2001) afirma que cuanto más estímulos reciba un niño a través de la música, más “inteligente” este será, ya que los sistemas que usa el cerebro para procesar las unidades estructurales de la misma, son los mismos que utiliza para la percepción, la memoria y el lenguaje.
En un estudio realizado en la Universidad de Florida, los alumnos que que tuvieron clases de presentación música y apreciación de la música, obtuvieron puntuaciones más altas en los exámenes de SAT (un examen educacional padronizado en estados unidos para institutos), presentando una media de 61 puntos más en el área verbal y 42 en matemáticas.
Por otro lado, estudios relatan incluso el efecto Mozart, que sería una serie de beneficios proporcionados por el hecho de escuchar la música del compositor austríaco en las edades más tempranas de nuestro desarrollo, incluyendo la fase del embarazo.



Pero la música no solo nos ayuda en nuestro desarrollo durante las primeras fases de la vida, influencia también positivamente en diversas etapas de nuestra existencia, teniendo diversas aplicabilidades. Nos estimula las emociones y las conexiones afectivas, armonizando estados de ánimo negativos (hace 2500 años, Pitágoras usaba ciertas escalas y acordes para alcanzar el equilibrio mental y recomendaba determinadas melodías para ayudar emocionalmente a sus alumnos). De esta forma, científicos descubrieron que la música puede ayudar de forma terapéutica a tratar diversas alteraciones neurológicas como afasia, autismo o dislexia.

Podría escribir un sin fin de beneficios que la música nos fornece, pero finalizaré con un pensamiento que Platón sustentaba: 

“La música es para el alma, lo que la gimnasia para el cuerpo”.

 

 
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Autor:

Beatriz Carvalho Frota

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