Jackson Cionek
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Carga Cognitiva - NIRS-fNIRS

Carga Cognitiva — ¿Cuánto “siente” realmente la fNIRS mi esfuerzo mental?

El Taá de sentir y saber — abriendo una grieta para la decolonización

Conozco muy bien esa sensación:
estoy sentado, aparentemente tranquilo, pero por dentro algo pesa.
La tarea es simple en el papel — sumar números, recordar secuencias, responder rápido —
y, aun así, el pecho se me aprieta, la respiración se acorta, la frente se tensa.

No hay sudor, no hay carrera, pero mi cuerpo lo sabe: estoy sobrecargado.
Es un tipo de fatiga que no aparece en los músculos; aparece en cómo la mente se arrastra.
La cabeza quiere parar antes que el cuerpo: ahí llega la fatiga cognitiva.

Este es el Taá de la carga cognitiva:
primero siento el peso silencioso del esfuerzo mental,
después sé que mi rendimiento ya empezó a caer.

También noto que incluso mis palabras han sido colonizadas.
El lenguaje con el que aprendí a hablar de “desempeño” y “productividad” fue moldeado para reducirme:

  • reducir mi cuerpo a una máquina que entrega o falla,

  • mi mente a déficit o eficiencia,

  • mi espiritualidad a una superstición secundaria,

  • mi política a consumo y metas de resultados.

Por eso tantos neurocientíficos aún evitan preguntar cómo la carga cognitiva se vive en el cuerpo, en la historia, en la desigualdad — como si el esfuerzo mental fuera solo un número en un gráfico.
Pero cuando siento mi cuerpo antes de pensar — cuando Taá se manifiesta — comprendo que no hay separación entre Neurociencia, Política y Espiritualidad (Utupe, Xapiri, memoria viva).
Lo que coloniza no es solo la historia: es la palabra que nos obliga a llamar “alto rendimiento” al agotamiento.

Cada estudio serio sobre carga cognitiva, leído con coraje, es una grieta de libertad que rompe la Zona 3 y le devuelve al cuerpo lo que siempre fue: un territorio vivo, con límites, ritmo y dignidad.

La pregunta científica: ¿la fNIRS realmente “siente” mi esfuerzo mental?

En varios estudios recientes con fNIRS sobre carga cognitiva, las personas realizan tareas como:

  • N-back (recordar una secuencia de letras o números con retraso),

  • cálculo mental con distintos niveles de dificultad,

  • o combinaciones de memoria de trabajo y decisión rápida.

Mientras tanto, la luz de la fNIRS atraviesa la frente y regresa con la firma de la hemodinámica prefrontal.
La pregunta central es directa:
Cuando la tarea se vuelve más difícil, ¿cambia la hemodinámica prefrontal de manera confiable?
En otras palabras: ¿la fNIRS realmente “siente” el aumento de carga cognitiva?

Esto importa para todo:
neurotecnología educativa,
ergonomía cognitiva,
psicología del trabajo,
y nuestras propuestas político–educativas para ciudades latinoamericanas.

Cómo lo miden estos estudios (GLM, HRF, short-channels, ICA/PCA)

La línea general suele seguir un pipeline bastante estándar:

Tareas con niveles graduados de dificultad

Por ejemplo: N-back 0, 1, 2, 3;
o cálculos simples vs complejos.
Cada nivel es un “escalón” de carga.

Registro de la respuesta hemodinámica prefrontal

Canales sobre corteza prefrontal dorsolateral y ventrolateral;
medición de O₂-Hb y HHb en bloques de tarea y descanso.

Modelado con GLM y HRF

  • uso de GLM (Modelo Lineal General) para relacionar periodos de esfuerzo con cambios hemodinámicos;

  • elección de una HRF (Función de Respuesta Hemodinámica): a veces canónica, a veces ajustada para capturar la forma real del “pulso” hemodinámico.

Short-channels para limpiar ruido extracortical

Los canales cortos (cerca de la fuente) miden principalmente circulación superficial (piel, cráneo);
se usan como regresores en el GLM para separar actividad cortical de ruido sistémico.

ICA/PCA para descomponer la señal

  • ICA ayuda a remover componentes fisiológicos claros (respiración, latido, micro-movimientos),

  • PCA resume patrones globales, distinguiendo variación por carga vs variación de fondo.

Al final, buscan un patrón:
a mayor dificultad, mayor aumento consistente (o cambio de forma) en la respuesta hemodinámica prefrontal.

Lo que suele encontrarse: esfuerzo, límite y no linealidad

La literatura de fNIRS sobre carga cognitiva tiende a converger en esto:

  • Aumentar la dificultad suele aumentar la activación prefrontal (más O₂-Hb, menos HHb) hasta cierto punto.

  • Más allá, aparece una meseta o incluso una caída: el cerebro parece decir “de aquí en adelante, no puedo”, aunque yo siga intentando.

  • En algunas personas, la sobrecarga aparece como una respuesta hemodinámica más irregular y ruidosa (señal de fatiga cognitiva).

En otras palabras:
la fNIRS sí “siente” mi esfuerzo — y también siente cuando mi sistema ya no logra responder de forma organizada.

Si lo paso por nuestros Avatares de Referencia: aquí siento fuerte a Math/Hep, mirando energía, esfuerzo y estadística (cómo el flujo hemodinámico se vuelve “costo” cuantificable para sostener un Eu Tensional bajo alta carga). Y aparece DANA como inteligencia del ADN que protege el sistema, imponiendo límites al sobreuso cognitivo prolongado.

Lectura con nuestros conceptos

Mente Damasiana

En términos damasianos:
la carga cognitiva no es solo “más neuronas trabajando”;
es un estado donde interocepción y propiocepción se silencian parcialmente para sostener la atención en la tarea.
Con fNIRS vemos ese “silenciamiento parcial” como redistribución hemodinámica: más sangre, más energía, en zonas específicas — a costa de otras experiencias corporales.

Eus Tensionais

Cada nivel de carga convoca un Eu distinto:

  • el Eu liviano, que resuelve fácil;

  • el Eu que aprieta la mandíbula, contiene el aire, tensa el cuerpo;

  • el Eu que, en algún punto, se rinde y entra en confusión, distracción o abandono.

La fNIRS capta esa transición: la curva deja de ser limpia y predecible y empieza a cargar la marca del agotamiento.

Zonas 1 / 2 / 3

  • Zona 1: automatismos cómodos — baja carga, baja novedad.

  • Zona 2: esfuerzo óptimo — desafío suficiente para aprender sin colapso.

  • Zona 3: sobrecarga crónica — esfuerzo continuo sin descanso, agotamiento maquillado por discurso meritocrático.

Buena pedagogía y buena política deberían mantener la mayor parte del aprendizaje en Zona 2, no al borde de Zona 3.

Donde la ciencia ajusta nuestras ideas

La mirada colonial de la productividad diría:
“Quien soporta más carga cognitiva es mejor, más inteligente, más merecedor.”

La neurociencia con evidencia muestra otra cosa:

  • existe un límite fisiológico de carga sostenible;

  • superar ese límite crónicamente se asocia a errores, burnout y enfermedad;

  • personas bajo pobreza, racismo e inseguridad viven con mayor carga basal (preocupación constante, vigilancia, amenaza).

En otras palabras:
“fallar” no es falta de esfuerzo — muchas veces es exceso de esfuerzo en un sistema sin soporte.

Espejo en el arte latinoamericano

Cuando pienso en carga cognitiva aplastante, recuerdo “Construção” de Chico Buarque: un día absurdo de exigencias hasta el colapso. Sin neuroimagen, la canción capta un cuerpo agotado por tareas repetitivas y deshumanizantes: un retrato poético de la Zona 3 cognitiva y existencial.

Implicaciones normativas para educación, trabajo y política en LATAM

Escuelas

No basta con “más contenido” y “mejor rendimiento”.
Necesitamos currículos que respeten la Zona 2: pausas, disfrute, cuerpo en movimiento.

Trabajo

Medir carga cognitiva con fNIRS en contextos laborales puede mostrar, con datos, lo que el cuerpo ya sabe: jornadas y demandas excesivas.

Políticas urbanas y digitales

Ambientes ruidosos, multitarea permanente y bombardeo de notificaciones empujan poblaciones enteras al borde de saturación.
Los neuro-derechos deben incluir el derecho a no vivir en saturación cognitiva permanente.

Neurociencia decolonial

En vez de usar fNIRS para “extraer más desempeño” de la gente, podemos usarla para justificar leyes y prácticas que protejan tiempo interno, atención y disfrute.

Palabras clave de búsqueda científica
“fNIRS cognitive load prefrontal cortex N-back mental arithmetic GLM HRF short-channels ICA PCA mental workload”

Si vuelvo a mi propio cuerpo, lo veo claro:
cuando la cabeza pide tregua, la fNIRS solo confirma lo que Taá ya sabía.
La ciencia verdadera aquí no es forzarme a aguantar más —
es aprender a diseñar mundos donde pensar no signifique destruirme por dentro.



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Jackson Cionek

New perspectives in translational control: from neurodegenerative diseases to glioblastoma | Brain States